Argumenta Claudio Castillo, Jefe de Carrera de Producción de Eventos del Instituto Profesional Los Leones, carrera que tendrá a cargo la producción del Conversatorio: “Ley de Convivencia Vial, Tarea de Todos”, que La Dolce Bici, en colaboración con esta carrera, está organizando para el próximo 3 de octubre a las 19:00 horas en el auditorio del Instituto, ubicado en Arturo Prat 269.
Estos últimos meses académicos se vienen ajetreados para los alumnos de Producción de Eventos del Instituto Profesional Los Leones; ajetreados para sus estudiantes, pero también para su Jefe de Carrera, Claudio Castillo, Relacionador Público de profesión, docente de AIEP, y consultor en Mercado Público. Y es que Claudio es más bien un Jefe de Carrera atípico, que cambia la a veces tediosa labor administrativa que exige el cargo, para trabajar codo a codo y en terreno con sus estudiantes. De hecho, esta entrevista la tuvimos que realizar en un breve intermedio –interrumpido, por lo demás- de lo que fue la organización de una nueva y exitosa versión de la “Fonda Leona”, evento dieciochero en el que participan autoridades, estudiantes, docentes, auxiliares, entre otros miembros de la institución, y que es organizado por la carrera de Producción de Eventos del Instituto.
Después de ese evento, una semana de descanso para él y sus estudiantes y de nuevo a la carga con la producción y organización de otra desafiante, pero también necesaria actividad: “Ley de Convivencia Vial, Tarea de Todos”, Conversatorio que organiza La Dolce Bici en colaboración con la carrera de Producción de Eventos del Instituto Profesional Los Leones. Tal como su nombre lo dice, esta iniciativa se enmarca dentro del contexto de la Ley de Convivencia Vial o de Modos, y que este noviembre –con todo lo que ello ha significado- cumple un año de su promulgación.
“Los centros de educación superior como el nuestro muchas veces no se dan la oportunidad de querer conversar sobre temas que sean contingentes. Por lo tanto, el hecho que podamos dialogar en relación a lo que falta, y cómo ha sido este proceso en torno a la promulgación de esta ley, no solo es positivo para los estudiantes, sino que también para quienes visiten y participen de este evento. Esto por la variada oferta de actividades que vamos a ofrecer para ese día, pero también porque los asistentes podrán interiorizarse un poco más del mundo de la bicicleta”, invita.
Claudio, además, adelanta que para ese 3 de octubre los asistentes se podrán encontrar con un Conversatorio en donde se analice, discuta y debata en torno a la ley, pero al mismo tiempo se encontrarán con stand de emprendedores que darán cuenta del tipo de ofertas y alternativas que hay en torno al mundo de la bicicleta, y eso, dice, “nos parece bastante motivante y muy interesante”.
— ¿Qué relevancia tiene para el ámbito académico un conversatorio de estas características?
— “En lo personal siento que hay un deber no cumplido respecto a ciertos temas. En ese aspecto, a nosotros nos parece importante que, en este Instituto, se comience a generar un debate en relación a ciertos tópicos, por ejemplo, el uso de la bicicleta como medio de transporte y la ley que regula su libre circulación por las calles de la ciudad.
Dentro de ese contexto nos parece fundamental incentivar el uso de la bicicleta dentro de nuestra comunidad estudiantil, pero no solo instalando bicicleteros, sino que motivando a que se trabaje en pos de acciones más sustentables. Nosotros nos tomamos con mucha responsabilidad el concepto de sustentabilidad en los eventos que organizamos, y en ese aspecto nuestra premisa es que ¡necesitamos más eventos sustentables!
Para nosotros, como institución y como carrera, la sustentabilidad implica reducir la huella de carbono a través de un medio de transporte limpio y sustentable como es la bicicleta, por eso es que nuestra casa de estudio cuenta con bicicleteros para sus estudiantes y docentes. Un tipo de acción que hoy en día no es nuevo y que muchas productoras también lo están implementando, el hecho de considerar servicios y espacios preferenciales para las personas que asistan a los eventos en bicicleta. Esto, sin duda, le entrega un valor agregado tanto a la producción del evento, como a la bicicleta”, argumenta.
Bajo esa lógica creo que este tipo de instancias como el Conversatorio, no solo es un tema formativo, sino que también tiene que ver cómo incorporo los beneficios del uso de la bicicleta en la calidad de vida de los propios estudiantes. En mi opinión y desde mi perspectiva, la bicicleta mejora poderosamente la calidad de vida del usuario, en especial la de los estudiantes que viven en un mundo de mucho estrés, por lo tanto, debiese existir algún tipo de incentivo”, precisa.
— Tu también utilizas la bicicleta como medio de transporte ¿qué representa este vehículo para ti?
— “Primero que todo decir que utilizo la bicicleta hace más de quince años, y dentro de ese período el mejor recuerdo que guardo de este vehículo es cuando vivía en la comuna de Maipú, con mis papás. Por entonces Maipú y Pudahuel no eran comunas muy habitadas, por lo que había más parques y cerros que se podían recorrer en bicicleta. Guardo bonitos recuerdos de esa bicicleta porque me la regaló mi papá y porque me acompañó en mis primeros trabajos.
Hoy en día la bicicleta es mi medio de transporte, por opción, por decisión, porque me gusta y porque no contamina. En general este medio me permite una conexión conmigo mismo, con mis ideas, y creo que movilizarse en ella tiene efectos tremendamente terapéuticos. Muchas veces existe una especie de estigma porque se tiende a creer que las personas que se mueven en bicicleta, siempre llegan a sus lugares de destino todos transpirados y cansados, pero al final uno como usuario –no como cilclista- entiende el valor que tiene el uso del transporte.
Entonces el tema no es llegar más rápido, sino que aprender a utilizar una alternativa de movilización menos contaminante, más relajada y, por ende, más económica. En ese aspecto los tiempos de viaje se planifican igual como cuando se viaja en locomoción colectiva o en Metro, la única diferencia es la forma, porque sin lugar a dudas que en bicicleta la ciudad se disfruta mucho más.
Si, por ejemplo, nosotros hablamos de sustentabilidad en las mallas de Producción de Eventos, también tenemos que dar el ejemplo de cómo ser sustentables en nuestra vida”
Yo, por ejemplo, soy una persona que disfruta mucho con el turismo urbano, me fascina eso de transitar por las calles e ir descubriendo edificios, casas abandonadas, barrios antiguos, claro que este último tiempo he tenido que renunciar un poco a ese ejercicio porque me he tenido que someter al uso de la ciclovía, entre otras cosas, para resguardar mi vida y para cumplir con ley, en especial porque ya no se puede transitar por la vereda. Pero me agrada esto de desconectarme un poco del día a propósito de tomar la bicicleta y salir a descubrir la ciudad”.
Una de las observaciones que hace Claudio, esto a propósito del contexto que tiene el Conversatorio del 3 de octubre –la Ley de Convivencia Vial- es que antes de que se promulgara esta ordenanza los ciclistas tenían ciertos códigos para moverse por la ciudad; estos códigos, dice, representaban por sí solo un tipo seguridad de cómo transitar por las calles cuando no existía ningún tipo de legislación y cuando no había ninguna intención de respetar al ciclista, recuerda.
— Como ciclista y como docente, ¿qué opinión tienes de la Ley de Convivencia Vial que el próximo noviembre cumple un año de su promulgación?
— “La promulgación de esta ley trajo consigo un fenómeno bien simpático y particular. Lo primero es que había muchos usuarios qua ya se movían en bicicleta y que estaban algo escondidos, un poco ocultos, pero a propósito del incentivo de protección que tiene esta ley, como que salieron y florecieron, y eso, desde el punto de vista de lo sustentable y lo inclusivo, es tremendamente positivo.
Ahora bien, hay gente que se ha tomado esta masiva salida de ciclistas a las calles de forma muy positiva, y otras personas, muy por el contrario, de forma muy negativa. Por ejemplo, el automovilista -que hasta hace poco no tenía contemplado esto de controlar su tránsito por las calzadas- vio ahora en el ciclista un elemento externo que comenzó a identificar, pero lamentablemente de forma negativa. Por otra parte, están estos nuevos ciclistas que comienzan a utilizar las ciclovías como carriles de carrera, poniendo en riesgo no solo sus vidas, sino que también la de otros ciclistas.
Durante los primeros meses que entró en vigencia la ley presencié mucha agresividad en las calles, mucha, lo que me pareció muy raro porque este era un movimiento social que estaba muy callado. Ciclistas hemos tenido siempre, toda la vida, pero nunca como agrupados, ni reunidos, quizá antes no se visibilizaba mucho el riesgo que podía tener un ciclista en la calle, pero después de la ley como que comenzó una espontánea agresividad mutua, ¡respétame!, pero también en tono de amenaza, ¡bueno, que tanto!
En temas de tránsito, pero que le competen especialmente al automovilista, siempre les enseñan que tienen que conducir a la defensiva, ¡yo, andando en bicicleta, jamás he manejado a la defensiva, hasta ahora, ahora sí tienes que cuidarte de que otro ciclista erróneamente, te ponga en riesgo!, entonces todo esto es muy extraño y la verdad es que no lo logro entender. Pero, en fin, ha sido como tener que encontrarse para poder convivir, y frente al tema de las convivencias, como en todo, los puntos de vista cuesta ponerlos en común”, reflexiona.
Creo que la esencia de los ciudadanos está en el uso que le dan a la ciudad. Entonces cuando se viaja en bicicleta uno tiene esa panorámica de poder ir descubriendo cómo se desarrollan los micro barrios, o de repente atravesar una feria, un parque, darse cuenta como las familias se reúnen, a veces de noche, también la vida nocturna”
Para Claudio esta ley también tiene un contexto educativo puesto que las personas se han visto en la obligación de tener que aprenderse algunas leyes de tránsito. “Esta esta es una ley que controla, y al mismo tiempo, educa. Entonces creo que en este formato jungla que son a veces las ciudades, no estamos muy acostumbrados a educarnos para transitar en ella, y la bicicleta –increíblemente- ha logrado eso: que tengamos que aprendernos las reglas del tránsito.
Un ejemplo concreto de ello es el hecho de que, al momento de cruzar la calle, los peatones tienen que mirar para ambos lados porque muchas ciclovías son de ambos sentidos. Por lo tanto, al mismo tiempo que la ley impone, también educa. En lo personal creo que el ciudadano en general no está muy llano a querer educarse de forma obligatoria, lo hace por voluntad propia, y en eso se cometen errores importantes porque no toda la gente entiende lo que significa la ley. Por eso también instancias como este Conversatorio son relevantes porque a través de actividades como estas la ciudadanía se informa”, analiza.
— El planeta tierra está en una grave crisis ambiental, ¿cómo se puede contribuir desde una carrera como Producción de Eventos para aminorar en algo ese daño?
— “Muchas veces se habla de que uno es el cambio, ¡porque estamos todos de acuerdo en que hay que cambiar!, pero cuando se nos endosa la responsabilidad a veces el cuestionamiento es con qué acción comienzo. Entonces a veces, desde nuestra perspectiva académica, el cambio comienza con el ejemplo, yo considero -desde mi humilde lugar-, que eso es lo que les quiero incentivar a los alumnos a los cuales le hago clases. Si quiero, y busco, que ellos sean sustentables, y que la industria, que es una industria no menor -la de los eventos-, sea más sustentable, hay que comenzar dando el ejemplo de qué es para mí la sustentabilidad.
Para mí la sustentabilidad es entregar lo mejor a propósito de optimizar el uso de los recursos. Entonces considero que, el llegar en bicicleta, moverse en bicicleta, tener una vida sana desde esa lógica, aporta a que ellos vean y deseen ser parte de ese cambio, que es lo que nos interesa. Yo creo que nosotros como carrera y todos los que estamos trabajando en el Instituto, aportamos a eso, a trascender en función de lo que vemos como cambio”, enfatiza.
Claudio recibe una llamada por celular, es su jefa, quien lo cita a una reunión urgente en su oficina para afinar los últimos detalles de lo que será la “Fonda Leona”. El Jefe de Carrera de Producción de Eventos se despide, no sin antes dejar invitados a la comunidad ciclística, peatones, automovilistas, estudiantes y académicos a participar del Conversatorio. “Esperamos que asistan un gran número de personas, somos una carrera que está refrescando sus contenidos temáticos a propósito de lo que vamos a hacer, nos parece súper importante hablar de estos temas y dejarlos a todos cordialmente invitados”, finaliza, para despedirse y perderse entre los muchos alumnos que por entonces se encontraban en un break.
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