Otro de los eventos al que La Dolce Bici le dio cobertura durante el verano, fue la cicletada que se realizó para celebrar la superluna de la noche del 31 de enero. Esa tarde, los cerca de cien ciclistas que se congregaron en la Plaza Ñuñoa, entre ellos jóvenes, adultos y niños, pedalearon hasta Plaza Italia para contemplar la luna en su máximo esplendor. Este espectáculo, que más bien se trató de un eclipse lunar, comenzó a las 3:45 am de Los Angeles (8:45 hora chilena), y se dio inicio cuando una sombra negra cubrió por completo la luna, para luego reaparecer con un tono cobrizo, razón por la cual se la llamó «luna roja» o de «sangre».
La inmensidad de la luna se pudo apreciar en gran parte del mundo, no así el eclipse, el que solo se pudo contemplar en América del Norte, Rusia y el océano Pacífico, latitudes como Europa, América del Sur (Chile incluido) y África, se quedaron sin la posibilidad de poder apreciarlo.
Según la ciencia, este acontecimiento ocurre porque la luna está llena y más cerca de la tierra, por lo que se puede apreciar 14% más grande y 30% más brillante.