Manifiesta Diego Quiroga, quien durante estos días de protestas sociales ha salido a marchar arriba de su bicicleta, al igual como lo han hecho otros miles de ciclistas. Este boom de bicicletas en las calles, argumentan los asistentes, responde a la dificultad para poder movilizarse en transporte público, pero también a una forma de resistencia y decisión política.
En estas casi dos semanas de manifestaciones sociales hay dos acontecimientos que ni el Gobierno ni los medios de comunicación tradicionales pueden obviar o tergiversar, el hecho de que los chilenos salieron a manifestarse y que muchos de ellos lo hicieron en bicicleta. Esta masiva presencia de ciclistas en las calles se ha podido apreciar en las marchas tradicionales y en las convocatorias que han realizado las propias organizaciones, entre ellas, Revolución Ciclista, a la que Fusión Bike convocó el pasado domingo 27 de octubre en Plaza Italia.
La tónica durante estas manifestaciones ha sido adornar las bicicletas con carteles que van desde pedirle la renuncia al Presidente Sebastián Piñera, pasando por exigir una Nueva Constitución, hasta declaraciones de paz al argumentar que No estamos en guerra, sino que más bien Estamos Unidos. Otro elemento infaltable en esta indumentaria ha sido el menaje, que puede ser un pequeño sartén u olla que va amarrada a la bicicleta para el ya tradicional cacerolazo o “bicicacerolazo”.
Pero, sin duda, lo más interesante de estas manifestaciones es que no solo han sido convocados los adultos, sino que también los niños, ese es por ejemplo el caso de Diego Quiroga, quien en la marcha del pasado miércoles 23 de octubre asistió en compañía de su hijo pequeño. “Yo soy de Santiago Centro y me movilizo todos los días en bicicleta, para ir a comprar, para llevar a mi hijo al colegio, etc. Para mí, el moverme en bicicleta también es una especie de evasión, siento que los Gobiernos nos han hecho tanto daño que llegó el momento de la revolución, y ¡la revolución empieza en dos ruedas!, así es que aquí estamos”, manifiesta.
“Estas manifestaciones han sido la oportunidad perfecta para demostrar una vez más, lo resiliente que es la bicicleta como medio de transporte, como lo es para todas las personas, para los adultos mayores, los jóvenes, los niños. Además, el movilizarse en bicicleta es gratis, hace bien, no contamina, no genera ruido, en resumen, es un medio de transporte totalmente resiliente”, remarca Matías, otro de los muchos presentes en la Marcha más grande de Chile.
Quienes también ven en la bicicleta una forma de manifestación son Carolina Sepúlveda y Patricio Fernández. “La verdad es que la bicicleta fue lo más a mano que tuvimos para llegar hasta acá, lo importante era estar presente, apoyar una causa que es común para todo Chile”, destaca Carolina. Una opinión similar es la que tiene Patricio, quien se lamentó especialmente por la presencia de militares en las calles. “Todo lo que está pasando en el país me parece horroroso, los militares asesinando a personas en las calles, la represión por parte de Carabineros. Por eso es importante que cada uno de nosotros esté presente en estas manifestaciones, para que esto se resuelva pronto, pero por sobre todo, para que se respete la voz del pueblo”.
Otra de las revelaciones que ha dejado en evidencia esta crisis social, en especial por el colapso que ha sufrido el sistema de transporte público, es que se desmitifica esa idea de que, a falta de movilización, las personas no salen a manifestarse. Muy por el contrario, porque hasta ahora las marchas han alcanzado un alto número de asistentes. “Nosotros hace mucho tiempo que utilizamos la bicicleta como medio de transporte, y la verdad es que venimos de comunas más lejanas, entonces, la única forma de llegar a manifestarse por algo que creemos que es justo es por medio de la bicicleta. Así es que me parece fantástico que las personas salgan a protestar en este medio de transporte”, enfatiza Soledad Vergara, manifestante que también llegó en bicicleta hasta
Plaza Italia la tarde del miércoles 23 de octubre.
Para utilizar la bicicleta no hace falta más que piernas y brazos, proclama Daniela Pérez, cuyo modo de protesta no solo fue estar ahí presente en cuerpo y alma, sino que también recordando y rindiendo un homenaje a José Baeza Cruces, detenido desaparecido a manos de la FACH el 7 de julio de 1974. Daniela recordó a una de las muchas víctimas de la dictadura militar de Augusto Pinochet con una polera que tenía impresa la fotografía de Baeza, acompañado por la pregunta que hasta el día de hoy nadie ha podido responder ¿dónde están?
“El uso de la bicicleta durante estos días es por un tema de seguridad y porque además la utilizo habitualmente. Ahora bien, no puedes subir a todo el mundo a la bicicleta porque algunos tienen problemas de salud, especialmente los adultos mayores, así es que para ellos puede ser más complejo movilizarse en este medio de transporte, pero los que no, tenemos dos piernas, dos brazos y la bici es”, afirma.
La bicicleta como una decisión política
La presencia de manifestantes junto a sus bicicletas ha sido tan masiva, que fácilmente daría las cuotas para la conformación de un partido político de ciclistas. ¿Acaso no sería lindo que la próxima Presidenta (o Presidente) de Chile llegara a La Moneda en bicicleta? Después de todo, este vehículo es también una forma de resistencia y decisión política, observa Sofía Oportó, quien también estuvo presente, junto a Andrea Muñoz, en la marcha del miércoles 23 de octubre.
“Yo creo que la bicicleta es una forma de resistencia que hemos adoptado muchas personas. Es el grano de arena con el que contribuimos para hacerle frente a este capitalismo tan despiadado, al alza indiscriminado de las bencinas, al alza de los pasajes en transporte público, etc. También es una forma de resistencia porque es un medio de transporte sustentable y porque es a escala humana. Por otra parte, me parece que venir a las marchas en bicicleta responde también a una decisión política, además que es perfecta para movilizarse de manera más expedita”, destaca.
Y si hay un factor en el que todos coinciden, es en el hecho de que la bicicleta sirve para huir de las molestias que producen los gases lacrimógenos, y por qué no, de los mismos carabineros. “Me parece genial que las personas se movilicen en bicicleta durante estas manifestaciones, uno, porque por estos días no hay medio de transporte más expedito, y dos, porque sirve para arrancar de los carabineros”, ironiza Camila Vargas, quien además considera a la bicicleta como parte de un origen, del sistema de transporte que tenían las personas en la antigüedad.
Una herramienta de cambio social
Ahora bien, si las autoridades y el mundo político no son capaces de leer que la bicicleta es también una herramienta de cambio social, difícilmente se podrán repensar las ciudades del futuro, argumenta José Ignacio Aránguiz. “Me parece espectacular que la gente se mueva en bicicleta porque me imagino que, al igual como yo, somos muchos los que utilizamos este medio de transporte como una herramienta de cambio social, sobre todo en estos momentos, en que puedes tomar tu bicicleta y contribuir en el mejoramiento de un sistema que de por sí es desigual. Entonces creo que ahí, la bicicleta nos puede aportar muchísimo más de lo que incluso puede aportar el sistema de transporte público”, subraya.
Otro factor en común de estas estas demandas sociales es el tono de unidad que han alcanzado las marchas, en ese aspecto, proclama una manifestante anónima, Chile entero se ha convertido en una sola voz. “Lo mejor de este despertar social es que ha unificado a las personas, los diferentes gustos y opiniones se han unido en una sola voz. Lo propio hace la bicicleta, nos une, nos hace respetarnos y luchar por lo que creemos y por todo aquello que no está bien. ¡Aguante Chile y toda su gente!”.
Salir a marchar en nuestro propio vehículo es súper práctico, evidencia Alicia Contreras, quien también estuvo presente en la marcha del miércoles 23 de octubre en Plaza Italia. “Considero que la bicicleta es un vehículo súper práctico para este tipo de manifestaciones, lo fome, eso sí, es que no hay un lugar donde podamos dejar las bicicletas porque si las amarramos a cualquier reja corremos el riesgo de que nos roben la bici. Pero venir a manifestarnos en nuestro vehículo es súper práctico, y somos muchos los que andamos en bicicleta, muchos”, indica.
La marcha más grande de Chile
Por supuesto, no podíamos no estar presentes en La marcha más grande de Chile que se llevó a cabo el día viernes 25 de octubre en Plaza Italia y sus alrededores, esta manifestación convocó a más 1 millón 200 mil personas, cumpliendo con creces su propósito e inscribiéndose en la historia de Chile como la marcha más masiva en décadas.
En esa manifestación nos encontramos con Rocío y Eugenia, para quienes la bicicleta representa el acto más pacífico y revolucionario de protesta. “Considero que el movilizarse en bicicleta es el acto más pacífico y revolucionario que una persona puede hacer, es un medio de transporte limpio, sustentable y económico. Aquí no se trata de quién evade más, se trata más bien de no seguir fomentando un sistema de transporte que no funciona y que no es más que un negociado”, acusan.
“Salimos en bicicleta para seguridad de él”, dice Eduardo Morales, mientras apunta a la silla trasera de su bicicleta que transporta al pequeño Lorenzo Morales, su hijo de tres años que este ciudadano argentino tiene junto a su compañera de nacionalidad chilena, Camila Barró. “Nos movemos en bicicleta para que él también pueda participar de esta manifestación. Es genial todo esto que está sucediendo en Chile, la gente dice que es algo nunca antes visto, nosotros venimos de Plaza Italia y es ¡increíble! Así es que en buena hora que la ciudadanía se manifieste, están en todo su derecho, hay que terminar con este modelo, este sistema que destruye y explota, y que mejor si se hace arriba de una bicicleta y en familia”, expresa.
El transporte público es la base de la igualdad social
La calle, es, sin duda, la mejor radiografía social que la clase política y gubernamental puede tener para la implementación de futuras políticas públicas. En ese aspecto, para Alejandro Vera, también manifestante, el transporte público es la base de la igualdad social. “En lo personal estoy muy contento que las personas hayan salido a movilizarse en bicicleta y que puedan utilizar este medio de transporte para manifestarse de forma pacífica. Me parece fantástico que este vehículo les dé a las personas la libertad para poder llegar a un lugar, para poder retirarse, en los escasos extremos, para poder escapar si es necesario.
Pero, por sobre todo, me alegro que de este despertar social surja algo más justo, donde las calles las compartamos de manera más amable. En estos momentos las personas no se pueden movilizar del todo en Metro o en autobús, pero me parece importante que lo apoyemos, que empujemos el sistema de transporte público porque ¡el transporte público es la base de la igualdad social! No olvidemos que todo esto se gatilló por la crisis que vive este sistema actualmente, por lo tanto, cuando lo reconstruyamos, tenemos que levantar los nuevos cimientos desde ahí, desde un sistema que sea más igualitario”, argumenta.
Otra de las reflexiones –muy bellas, por lo demás- que nos dejó La marcha más grande de Chile es la bicicleta como un medio de transporte resiliente, así por ejemplo lo cree Matías, amigo de Alejandro. “Estas manifestaciones han sido la oportunidad perfecta para demostrar una vez más, lo resiliente que es la bicicleta como medio de transporte, como lo es para todas las personas, para los adultos mayores, los jóvenes, los niños. Además, el movilizarse en bicicleta es gratis, hace bien, no contamina, no genera ruido, en resumen, es un medio de transporte totalmente resiliente”, remarca.
Lo mejor de este despertar social es que ha unificado a las personas, los diferentes gustos y opiniones se han unido en una sola voz. Lo propio hace la bicicleta, nos une, nos hace respetarnos y luchar por lo que creemos y por todo aquello que no está bien. ¡Aguante Chile y toda su gente!”, dice una manifestante anónima.
Chile despertó
Ya sea a pie o en bicicleta, también muchos actores se han sumado a las manifestaciones, ese es por ejemplo el caso de la actriz Javiera Osorio Ghigliotto, para quien esta masiva presencia de ciclistas en las marchas representa una potente forma de visibilizar a la a veces ignorada comunidad ciclística. “Creo que es una muy buena iniciativa por parte de las personas el que asistan a las marchas en bicicleta, esto porque se visibiliza mucho más a las personas que nos movemos en bicicleta”. Por otra parte, agrega, “las mismas circunstancias nos obligan a ser más tolerantes con un otro, el automovilística con el ciclista, el ciclista con el peatón, etc. Así es que eso, desde el punto de vista de la convivencia vial, me parece que está muy bien”, destaca.
Uno de los gritos que se ha hecho muy popular y que probablemente ha estado dentro de los trending topic de las manifestaciones es el de Chile despertó #ChileDespertó. Y con ese despertar tiene que ver la reflexión de Pablo Bravo, ingeniero de profesión, pero que el último tiempo ha querido darle un giro a su vida y a su profesión ayudando a las personas a encontrar su camino, de hecho, el día de la marcha llevaba consigo un cartel donde ofrecía este servicio de coaching totalmente gratuito.
“Pienso que todo este despertar social que luego se transformó en manifestaciones, tiene que ver con eso que como sociedad hemos guardado y reprimido por largo tiempo. Entonces este fue el momento preciso para que las personas botaran toda esa molestia, toda esa angustia que venían acumulando por años. Este acto de liberar parte de esos sentimientos reprimidos es muy sano porque así no enfermamos el cuerpo”, expresa.
*Revisa la galería de imágenes en el Instagram de La Dolce Bici @ladolcebicimagazine