Esta revolucionaria plataforma se lanzó para el Día Mundial de la Bicicleta.
Hasta el cierre de esta edición la aplicación Bikelite había sido descargada por más de quince mil personas, de las cuales, cuatro mil la estaban utilizando cotidianamente. Así lo confirma Nicolás Riquelme, arquitecto y co-fundador –en conjunto con la también arquitecto y fundadora de la aplicación- Paulina Barría. En palabras de su creadora “Bikelite es un sistema de movilidad urbana que está orientado cien por cien a la seguridad de los ciclistas”, es decir, su propósito es que, al momento de emprender su viaje, el ciclista se movilice por una ruta más segura, que rápida.
Muy por el contrario a lo que hace una aplicación como Waze –con la que errónea e insistentemente se la trata de comparar- y cuyo algoritmo privilegia la velocidad motorizada por sobre el algoritmo de seguridad vial de Bikelite. Materializar esta aplicación les tomó a sus creadores un año de investigación; transcurso en el cual los propios usuarios les fueron proporcionando información respecto a bici estacionamientos, puntos de abastecimiento de agua, ciclovías, talleres para bicicletas y más. Es decir, un MVP: Mínimo Producto Viable, concepto de ingeniería que se utiliza para el “desarrollo de un producto” y donde se reúnen suficientes características para satisfacer a un número de clientes iniciales. En palabras sencillas, es la validación de la investigación.
“Para nosotros el MVP es muy importante porque toda la información que se recolectó durante esa etapa fue proporciona por la comunidad. Entonces, ¡la comunidad para nosotros es demasiado importante!”, enfatiza Riquelme. Este respaldo del mundo ciclista se vio reflejado para el día del lanzamiento de la aplicación que, intencionalmente, coincidió con el día que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) eligió para celebrar el Día Mundial de la Bicicleta, el 3 de junio. Para entonces, sus creadores tenían planificada las tres mil descargas de la aplicación. Todo un récord si se considera que hasta entonces, no habían tenido otro tipo de publicidad que el trabajo realizado en el MVP.
Un ciclista, un árbol
Pero, ¿cuál es realmente el objetivo de Bikelite?, ¿ser una mera aplicación que le va indicando al ciclista por donde moverse? Muy por el contrario, en el largo plazo la plataforma se proyecta como un recurso que busca entregar un importante número de servicios a sus usuarios, o en palabras del propio Nicolás: “nosotros estamos más enfocados en dejar una herramienta para el planeta que dejar algo más desechable”.
Dentro de ese contexto cabe, quizá, uno de los proyectos más ambiciosos que contempla la aplicación, “Mi huella CO2”. Una iniciativa que cambia kilometrajes por la plantación de un arbolito. Es decir, por cada cien kilómetros que el ciclista recorra arriba de su bicicleta, se tendrá la posibilidad de donar un árbol a las comunas con más escasez de forestación.
“La idea es que cada vez que se esté pedaleando, el ciclista acumule kilometraje para la plantación de un árbol que más tarde será destinado a un sector específico. Para el 9 de septiembre Bikelite está organizando el “Día Lite”, durante esa jornada se fomentarán diferentes actividades, pueden ser conversatorios, cicletadas, o campañas para incentivar el uso de la bicicleta u otros ciclos. Entonces esa va ser la primera instancia en que los ciclistas que hayan descargado la APP puedan comenzar a acumular kilometraje. Por ejemplo, con una sola ida al Santuario de la Virgen de Lo Vásquez, el ciclista estaría donando un arbolito”, especifica Nicolás Riquelme.
Un “Bici Ángel” en tu camino
Si hay quienes saben de bicicletas, ellos son la propia Paulina Barría y Nicolás Riquelme, ciclistas desde pequeños. Por ello es que, a partir de sus propias experiencias, y de las vivencias recogidas para el diseño de la aplicación, llegaron a la conclusión que uno de los grandes impedimentos que tienen las personas para movilizarse en bicicleta, es el miedo que les produce la calle, entendiendo por ello el transitar por avenidas y exponerse a los automovilistas y a la locomoción colectiva.
Es dentro de ese contexto que otro de los servicios a implementar por parte de Bikelite es el de “Los Bici Ángeles”. Este proyecto tiene como propósito el que una persona del equipo de la aplicación acompañe y asesore al ciclista en su viaje. “La idea es que una persona llegue hasta tu casa y te enseñe –utilizando la misma aplicación- el trayecto más seguro. El fin último de este servicio es que los usuarios se movilicen por calles secundarias, enseñarles a que tengan cuidado con las intersecciones y con los puntos ciegos, pero por, sobre todo, se espera que las personas se sientan acompañados en su trayecto y que de a poco le vayan perdiendo el miedo a movilizarse en bicicleta”, evidencia.
Preocupados también por la seguridad del ciclista, en especial considerando la prohibición de audífonos por parte de la Ley de Convivencia Vial, Bikelite pretende implementar un dispositivo lumínico que se puede instalar en guantes o manubrio de la bicicleta y que le indicará al ciclista las mismas coordenadas de la aplicación. “Cuando creamos la APP tomamos todas las precauciones correspondientes, por eso es que las indicaciones no solo se pueden seguir de manera visual, sino que también auditiva y que el ciclista puede escuchar a través de un pequeño parlante que se instala en la bicicleta. La idea es que no se utilice el audífono, uno porque está prohibido y dos, porque se anula uno de los cinco sentidos vitales para el ciclista, la audición. Entonces es muy riesgoso”.
Otro de los objetivos que tenemos con esta aplicación es que más personas se bajen del automóvil y comiencen a utilizar la bicicleta u otros ciclos como medio de transporte, en especial porque estamos en una crisis medio ambiental que difícilmente se podrá revertir en el corto plazo”, argumenta Nicolás Riquelme.
Al rescate de las calles secundarias
Uno de los grandes aportes que hace esta aplicación es el hecho que incentiva al ciclista a utilizar esas calles secundarias que no se están utilizando. Calles que no necesariamente cuentan con una ciclovía, pero que son útiles para el tránsito en bicicleta. Esta constatación representa un verdadero cambio de paradigma si se considera que el discurso recurrente hasta ahora, es que Santiago no cuenta con una infraestructura adecuada para fomentar e incentivar el uso de la bicicleta.
“La idea de Bikelite nació a partir de lo que nosotros mismos hemos evidenciado en el transcurso de los años, la incomunicación que existe entre las municipalidades y comunas. Entonces sucede que algunos municipios dicen: ‘vamos a construir una ciclovía en tal parte’, pero resulta que a veces se demoran tanto tiempo en ejecutar ese proyecto, que es mucho más práctico utilizar lo que ya se tiene. Qué pretendemos nosotros, que, en vez de invertir en nueva infraestructura, las municipalidades reacondicionen estas mismas calles secundarias por las que la aplicación les sugiere a los ciclistas que se movilicen, ¿de qué manera?, a través de letreros, demarcaciones, señalética, etc.”, subraya.
Un “chancho” en tu camino
Otra de las características -muy positiva por lo demás- que tiene esta aplicación, es el hecho de que los mismos usuarios pueden ir reportando acontecimientos o “chanchos” con los que se encuentren en su trayecto. El “chancho” en la iconografía de Bikelite se utiliza para reportar todas aquellas acciones que estén entorpeciendo o poniendo en riesgo el libre tránsito de los ciclistas. En palabras más sencillas, para denunciar a todo aquél que esté cometiendo una “chanchada”.
Según Nicolás, hasta ahora los reportes más frecuentes que realizan los ciclistas tienen que ver con autos estacionados sobre la ciclovía –y que Carabineros tiene facultad de multar-, y lugares donde se está asaltando. “Por ejemplo, tenemos reportes de que en la ciclovía de Rosas después de las seis de la tarde, se están cometiendo robos. Así también en el Parque Los Reyes y en algunos sectores de Maipú. No sabemos si es por un tema de seguridad del lugar, o porque son habituales, entonces queremos ir analizando la información y sacando parámetros. El plan de nosotros es ir detectando todas estas zonas de conflicto y tratar de que la aplicación no lleve a los ciclistas por esos lugares. Por eso es tan importante la comunidad, porque son ellos mismos los que van informando de estos acontecimientos”, advierte.
Pero no solo es posible encontrarse con reportes negativos, sino que también con otros muy positivos, como lo son, por ejemplo, bicicleteros, abastecimiento de agua, lugares de reciclaje, y más. “Lo que hace la aplicación es que, al salir de su casa y antes de subirse a la bicicleta, el usuario puede planificar su ruta. Al realizar esta planificación Bikelite arrojará toda esta iconografía, en tal calle hay un reporte de pavimento en mal estado, en tal lugar hay bicicleteros, ese lugar es inseguro, etc. Entonces el ciclista se previene antes de salir, pero no solo eso, también tiene la posibilidad de elegir tres rutas como alternativa, así, si hay muchos inconvenientes en una, puede optar por otra”, ejemplifica.
El voto ciclista
Por el nivel de interacción que la aplicación tiene con los usuarios, Bikelite se convertirá en consulta obligada por parte de los organismos institucionales, llámese Ministerios de Obras Públicas, Transporte, y Municipalidades que deseen implementar algún cambio de infraestructura. ¿Por qué?, porque a partir de los reportes que entreguen los propios usuarios, Bikelite irá entregando informes periódicos a las instituciones antes mencionadas.
“Con esta aplicación los usuarios tienen la oportunidad de decir, ‘esto está bien, o esto está mal’, por lo que podrán reclamar con hechos concretos. Esto es muy relevante porque el registro que nosotros le vamos a entregar a las autoridades es que no fue solo una persona la que realizó el reporte, sino que muchas más. La idea es entregar toda esa información a los gobiernos locales o las comunas para que sus futuras planificaciones sean certeras y no tan improvisadas”, anuncia.
Al fin al cabo somos una plataforma de educación vial para nuevos ciclistas, a su vez, los mismos ciclistas experimentados pueden ir realizando reportes. Tú puedes ser un ciclista muy experimentado, pero si no conoces el estado actual de la infraestructura, es bastante complejo y hasta peligroso. Es por eso que al ingresar a la aplicación, esta te va informando si es que existe pavimento en mal estado, accidentes, etc.”, ejemplifica Nicolás.
Y si hay alguien que puede hablar con propiedad ese es el propio Nicolás, a quien, en su calidad de ciclista y arquitecto, difícilmente le pueden pasar “gato por liebre” cuando se trata de infraestructura vial. “Yo soy arquitecto y me doy cuenta que algunas ciclovías están mal ejecutadas, porque resulta que a veces ponen a una persona a diseñar y a pensar una de estas rutas, pero resulta que en su vida esa persona se ha subido arriba de una bicicleta. Entonces que ocurre, que no sabe cuáles son los estándares, las medidas, el flujo de ciclistas, ¡no sabe cómo construir una ciclovía!
¿Y cuáles son los resultados de esa inexperiencia?, que después vas por la ciclovía y te encuentras con un poste, con árbol, una entrada de automóvil, etc. Por poner un ejemplo, un solo desnivel puede causar varios incidentes, sobre todo porque muchas ciclovías son en doble sentido, entonces vienen ciclistas de ambos lados y por evitar el poste o el hoyo, se topan y sufren una colisión por alcance”, precisa.
En conclusión, Bikelite es la aplicación del futuro, una poderosa herramienta tecnológica que los ciclistas no solo podrán utilizar para planificar su viaje, sino que también para decirle a las presentes y futuras autoridades “esto es lo que nos hace falta”. Una especie de voto ciclista que, si gobierno, municipalidades, comunas, Congreso u otras instituciones no saben interpretar, difícilmente se podrán generar cambios reales.