En la historia del cine no solo ha habido tramas que giren en torno a las personas, sino que también a los automóviles (Taxi Driver, 1976, dirigida por Martin Scorsese), el mundo animal (Pájaros, 1963, de Alfred Hitchcock), y por supuesto, la bicicleta. Ese es el caso de la película italiana El ladrón de bicicletas, del año 1948 y dirigida por Vittorio de Sica. Este filme, considerado uno de los largometrajes emblemáticos del neorrealismo italiano narra la historia de Antonio Ricci (Lamberto Maggiorani), un padre de familia que intenta sobrevivir en la Roma de la segunda posguerra.
Es dentro de ese contexto de miseria que la única posibilidad de subsistencia que tiene el protagonista es su bicicleta, la que consigue rescatar de una casa de empeño luego de que su esposa, María Ricci (Lianella Carell), empeñe las sábanas de la cama matrimonial para que su marido consiga el trabajo.
El panorama, entonces, parece esperanzador para la familia Ricci. Antonio consigue el trabajo y su bicicleta está por fin de vuelta en casa, ¿el más feliz de todos?, Bruno (Enzo Staiola), el primogénito de Antonio y María, quien dentro del filme tiene uno de los diálogos más hermosos y enternecedores de la película, que es cuando el pequeño le ayuda a su padre a limpiar la bicicleta y se percata que esta última tiene una abolladura, lo que provoca el enojo y la rabia del niño porque no puede entender que en la casa de empeño hayan tratado tan mal a su bicicleta:
-¡¿Viste lo que le hicieron?!-
-¿Qué le hicieron?-
-Una abolladura-
-Quizá la tenía de antes-
-¡No la tenía!-
-¡Quizá cómo las tratan. Debieran pagarte el arreglo!
El empleo es sencillo de realizar, se trata de pegar carteles en las paredes de la ciudad anunciando el estreno de una nueva película. Antonio se ve feliz, sin embargo, su felicidad desaparece tan rápido como el ladrón que le roba su bicicleta. De ahí en adelante el filme se transforma en una eterna y desesperada búsqueda por reencontrarse con la única posibilidad de sobrevivencia: un trabajo.
Los otros acontecimientos de 1948
El ladrón de bicicletas se estrena en noviembre de 1948, año que estuvo marcado por varios acontecimientos históricos. El 30 de enero y a la edad de 78 años, es asesinado el líder hindú Mahatma Gandhi, cuya muerte se atribuye a Nathuram Godse, un radical hinduista aparentemente relacionado con grupos ultraderechistas de la India. El 19 de febrero el Parlamento de Bélgica aprueba el derecho a voto para las mujeres de ese país. En la ciudad de Nueva York y con fecha 7 de abril, se funda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El 14 de mayo Israel se declara como un Estado independiente. El 31 de octubre es detenido el ex Presidente de Chile, Carlos Ibáñez del Campo, quien es acusado de conspirar contra el Gobierno. El 7 de noviembre de 1948 el demócrata norteamericano Harry S. Truman, es reelegido por segundo período como Presidente de Estados Unidos. El 10 de diciembre acontecen dos hechos de gran relevancia, se crea la República Popular de Corea del Norte, y la ONU, con sede en Nueva York, establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Finalmente, el escritor argentino Ernesto Sabato, publica su novela El Túnel.